Se puede participar de manera gratuita, pero esto implica muchas limitaciones, ya que (como en la vida real) los residentes requieren de propiedades que tienen un costo virtual que implica al usuario una cuota mensual. La tarifa básica es de $9.95 dólares mensuales pero se incrementa si se desean propiedades mayores (pueden comprar hasta una isla privada o una región entera, la cual tiene un costo de adquisición de $1675 dólares y una cuota mensual de mantenimiento de $295). Los vehículos (se ofrecen helicópteros, globos aerostáticos e incluso submarinos) también tienen un precio. Los usuarios tienen la posibilidad de crear y ofrecer productos o servicios virtuales (utilizando la herramienta de modelaje en 3D que se proporciona). Las compras y ventas se hacen utilizando la moneda virtual de Second Life llamada Dólar Linden o simplemente Linden (L$), el cual tiene una paridad de 270 Lindens por dólar americano, aunque la tasa fluctúa de manera similar al mundo real.
En Second Life existen una gran variedad de eventos, desde exposiciones de arte hasta conciertos virtuales. Algunos gobiernos han decidido abrir embajadas virtuales para dar a conocer los atractivos de sus respectivos países, así como informar a los usuarios respecto a los trámites de visas, turismo, etc. Diversas compañías tienen presencia (con fines de publicidad) en Second Life: Nissan, Sony, BMG, el banco WellsFargo, Coca Cola, Reebok, Dell, General Motors, Intel, Microsoft, etc. Algunas universidades también cuentan con representación de aulas virtuales, como la Open University (Gran Bretaña), Harvard, INSEAD, Vassar, Pepperdine, Drexel, Rice, Ball State, University College Dublin, Elon, las Universidades de Carolina del Norte (Chapel Hill), Ohio, New York, Houston, la Universidad Tecnológica de Michigan, Stanford, AFEKA Tel-Aviv, etc. Vale la pena entrar a conocer el mundo virtual de Second Life, no hay nada que perder, salvo quedar fascinado con él y convertirse en suscriptor.
Sitio Web:
http://secondlife.com/